Nuestra formación impulsa los talentos de cada persona.
Formamos educadores
capaces de transformar
cada aula en un lugar único.
La práctica docente real: el verdadero desafío desde primer año
La práctica es el corazón de nuestra formación. Desde primer año, vinculamos nuestra formación con comunidades educativas vivas, y diversas, donde el aula es una posibilidad concreta de encuentro, aprendizaje y transformación.
La práctica profesional es nuestro modo de formar desde la experiencia real, donde se descubre que enseñar es crear puentes desde la escucha, la observación, la intervención y el liderazgo áulico.
Educar es un acto de presencia. Y esa presencia comienza en la práctica profesional. Nos importa que cada estudiante del Profesorado se autodescubra en ese lugar: frente a niños y niñas reales, en contextos diversos y con desafíos verdaderos.
Nuestra práctica profesional está articulada con instituciones de distintos perfiles, lo que permite comprender la riqueza de contextos y la importancia de enseñar desde una mirada sensible, atenta y comprometida.
La visión docente de nuestro Profesorado implica reconocer que al entrar a una escuela también se entra a una vida. En ese cruce de caminos, nace lo más valioso: una vocación que se vuelve acción y una formación que se vuelve misión.
¿Cómo vivimos la práctica profesional?
Docentes del profesorado guían paso a paso cada instancia, brindando tutorías personalizadas y espacios de reflexión compartida, donde lo vivido en el aula se convierte en aprendizaje profundo y significativo. En tu camino de formación práctica, vas a desplegar las capacidades del perfil profesional de los educadores de nuestro Profesorado:
Todo comienza con la mirada atenta y la sensibilidad para entrar a una escuela y dejarse interpelar por la comunidad educativa. Observar es profundizar la mirada en cada niño y niña en el aula, descubrir su singularidad para intervenir con propuestas que desplieguen su potencial.
Iniciar el
vínculo
pedagógico
A medida que se afianza la mirada y se avanza en conocimiento, se abre la vocación por participar, crear y proponer, comenzando a construir presencia áulica.
Habitar
el rol docente
En la práctica avanzada, llega el momento de sostener una propuesta educativa y liderar una clase, gestionando el aprendizaje y la dinámica de grupo. Este desafío tiene la firme intención de preparar a las y los estudiantes del Profesorado para el entorno educativo con la seguridad y la confianza de haber vivido la experiencia real.